Plagas en Soja: Atención con la “bolillera”
Si bien es considerada una plaga esporádica en soja, puede causar grandes daños, especialmente en etapas tempranas de desarrollo del cultivo
La oruga bolillera, Helicoverpa gelotopoeon, forma parte de un complejo de gran importancia económica a nivel mundial. Este Lepidóptero puede considerarse una especie esporádica en soja, pero en ciertas regiones (centro oeste de Córdoba) o bajo ciertas condiciones ambientales, tiene gran impacto en el desarrollo inicial de los
Reconocimiento de la plaga:Huevo: son de color blanco perlado, globosos y ligeramente achatados con estrías longitudinales que van de polo a polo. Su tamaño varía de 0,5 a 1 mm, con estrías. Cada hembra ovipone de 1000 a 1200 huevos, en forma aislada, en los brotes terminales. El período embrional va de 7 a 10 días
Larva: al principio son de color pardo-grisáceo oscuro y miden aproximadamente 1 mm, luego su coloración varía según el tipo de alimento que estén consumiendo, pudiendo ser amarillas, verdes claras y negras. En todos los casos el cuerpo presenta una serie de bandas dorsales finas, longitudinales, claras y oscuras, con bandas laterales de color blanco. Su tamaño máximo es de 35 a 40 mm. Presentar segmentos abdominales bien marcados, encontrándose en éstos pequeñas verrugas con pelos cortos, no densos, pero gruesos y bien visibles. El último segmento abdominal termina en ángulo. El periodo larval varía de 15 a 25 días según temperaturas reinantes.
Pupa: empupan en el suelo, en pequeñas celdas de tierra, y luego de 10 a 15 días emerge el insecto adulto.
Adulto: es de hábito nocturno, con manchas y bandas en las alas.
Plantas hospederas:
Se hospedan en leguminosas (soja, arveja, porotos, alfalfa y vicia), aunque también es plaga del algodón, lino, cártamo, tomate, papa y otras especies silvestres y cultivadas.
Biología:
Puede presentar entre 3 y 5 generaciones anuales. La primera generación en arveja, vicia, alfalfa u otros, y las siguientes en el cultivo de soja, en donde depositan sus huevos. Luego del periodo embrional, nacen las pequeñas larvas, las que pliegan con tela los folíolos de soja, alojándose en su interior sin cerrarlo y, más tarde, salen de los brotes plegados donde se encontraban. Empupan en el suelo y, finalmente emerge el adulto, el cual presenta hábitos nocturnos.
Daños:
Los daños de esta plaga en soja pueden ser variados, manifestándose uno u otro según el estado de desarrollo del cultivo. En los estados tempranos de la implantación de soja es posible observar daños, generalmente a partir de la primer hoja unifoliolada y/o primer trifoliolada. Los cortes los produce por encima de los cotiledones a distintas alturas.
Avanzado el estado vegetativo actúan como defoliadoras, si bien este tipo de daño no es de su preferencia. En cambio, cuando el cultivo llega a su estado reproductivo produce daños muy importantes en inflorescencias y con gran capacidad de destrucción. Posteriormente, cuando las vainas son chicas y tiernas se alimentan totalmente de ellas (estado fenológico R3 y R4), y al estado de formación de granos (R5) consumen directamente los granos mediante perforaciones en las vainas en los lugares donde éstos se encuentran. La notable preferencia por el grano demuestra que es una plaga ávida de proteínas e hidratos de carbono, característica destacable además de su gran voracidad y mayor tolerancia a los plaguicidas respecto de otros lepidópteros plaga.
Umbral de tratamiento:
Se presentan los umbrales para la toma de decisión de control de bolillera para una soja a 35 cm de espaciamiento entre hileras, según distintos tipos de daños. Dichos umbrales son susceptibles de ser ajustados para distintos grupos de soja y espaciamientos, en base a ensayos específicos.
Como cortadora (brotes pecíolos): 1 - 2 isocas bol/m (a 35 cm).
(1 larva/m en caso de baja densidad de plantas o presencia de estrés, o soja de 2da.)
Como defoliadora: 3 bol/m (a 35 cm), si la condición de desarrollo del cultivo es adecuada y 1 bol/m (a 35 cm), si la condición de desarrollo del cultivo es limitada.
Inflorescencias, vainas y granos: promedio de 0,5 bol/m (a 35 cm).
Control:
En la estrategia de control de esta plaga, con potencial de presentar generaciones superpuestas durante el ciclo del cultivo, será conveniente utilizar insecticidas que tengan bajo o mínimo impacto sobre la fauna benéfica, ya que si dejamos desarrollar los benéficos éstos siempre estarán ayudando, ya sea porque evitarán algunos ataques, y/o retrasarán el impacto de este u otro insecto, o bien al presentarse la plaga tendremos menores niveles a los que tendríamos como resultado de un "libre" desarrollo poblacional por la falta de enemigos naturales, como ocurrió el año pasado.
Se dispone de varios insecticidas registrados para el control químico de esta plaga, entre los cuales se pueden mencionar: Clorpirifós, Endosulfan, Cipermetrina, etc. Dicho control no presenta dificultades durante la primera etapa de desarrollo del cultivo, pero la situación es muy diferente en el estado reproductivo, por la ubicación de las orugas, protegidas por el sistema foliar y las vainas del cultivo, hecho que requiere el uso de las máximas dosis recomendadas y buena calidad de aplicación.
Fuente Aapresid.